Ezequiel Mosquera (Karpin Galicia) ha sido el vencedor de la Clásica de Alcobendas, tras la disputa de la tercera y última etapa entre Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, sobre 72 kilómetros, y en la que se impuso el italiano Bernardo Riccio (Tinkoff), por delante de Nicolas Roche (Credit Agricole), Joaquín Sobrino (Burgos Monumental), Francisco Ventoso (Andalucía-Caja Sur) y Geoffrey Lequatre (Ag2R), quien se adjudicaba la general de regularidad, la única que faltaba por decidir.
Como era de esperar, la etapa se dilucidó al sprint, aunque varios corredores intentaron cambiar la suerte de la carrera. El primero en atacar, en la primera de las nueve vueltas, fue Iván Gutiérrez (Caisse d’Epargne), aunque antes de terminar la segunda ya se había conformado un grupo de once unidades, también con Antonio Olmo (Selección Española), Raúl Alarcón y Rubén Lobato (Saunier Duval), Andrei Kunitski (Acqua Sapone), Mikel Pradera (Benfica), Ricardo Serrano (Tinkoff), Francisco Terciado (Extremadura), Jesús Rosendo (Andalucía-Caja Sur), Julián Sánchez (Contentpolis-Murcia) y Eladio Jiménez (Fercase). La ventaja no llegó a superar el minuto, ya que Karpin controlaba atrás, aunque en mejor clasificado estaba a casi tres minutos.
Terminando la quinta vuelta, los escapados comenzaron a demararrse entre ellos, cortándose el grupo en varios dúos y tríos, aunque al final se volvieron a juntar ocho de ellos, todos menos Gutiérrez, Lobato y Pradera. La ventaja que se había reducido a 15 segundos volvió a aumentar hasta 52. Pero en el momento en que comenzaron a tirar los equipos con sprinters, se vio que su suerte estaba echada. Alarcón quiso jugarse una última baza, dejando a sus compañeros, que irían siendo neutralizados en la penúltima vuelta, lo mismo que él, justo cuando se iba a iniciar el último ‘giro’. Desde ahí hasta meta, control y sprint final.
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